Ser la condena
del tiempo
Como acude
lento,
Las agujas del
reloj cortando el viento,
Las cosechas
esperan a estar listas en el campo,
Unos campos de
batallas,
Personas saltan
las murallas,
En buscas de
nuevas hazañas,
El ritmo del
tambor acude a los oídos de los esperanzados,
Las puertas de
las guerras son abiertas,
Miradas entre
cejas despiertan rivalidades,
Son los
estandartes de las vanidades,
Las nuevas
proezas de honor,
Son el acabar
con el horror,
De pueblos
mutilados, encadenados y esclavizados,
Por los
capitales desmesurados,
Directivos de
empresas, les hacemos un llamado
La integración
de los pueblos y los respetos forjados
Son una de las
cuantas necesidades que los pueblos que
Han pronunciado,
en este discurso de actos empeñados.