lunes, 3 de septiembre de 2018

Barco a la deriva.


Aquí estoy trayéndote versos nuevamente, construyendo balsas hacia tu mente, siendo un recorrido elocuente, inundando la habitación de palabras que serán adherentes, hacia los espacios de la mente. Mantente fuerte, agárrate de lo que sea, que sea indispensable, que tu instancia hable, que las palabras callen, que tu mirada cante… y el hedor a tinta nos embriague. Viajeros de la red, red de vibra que nos une, red de personas, energías en las sombras, quienes nombran. Sed de normas por quebrar, sed de actos por armar, armas de amor para la humanidad, caridad de letras para inspirar. Espejos en el vacío de la vereda, que verdad, que en la vida existan mas escuelas, que en las aulas….de que me hablas, somos aves por volar, atravesar el océano, dejar una estela en el vuelo, de un recorrido único, sin vacilar. 

Cometiendo el cometido, a que hemos venido, sino a estar, estar en la estancia, una instancia en el mar, este mar de palabras, que no va a acabar, en lo profundo de la tierra, lograremos cavar, versos que hacia el futuro se puedan recitar, a quien quieras recordar, busca en tu interior, ahí se encuentra y por ti siempre va a esperar. Tiempos fundidos en los sueños, tiempos aniquilados por los dueños, tiempos imaginarios, incinerados en los leños de el presente, esta gente, que me preste, algo para liberarme de la mente. Un latido fuerte, un sol sonriente, una luna naciente…o un té con la muerte.


Este cuerpo inerte, dejándose llevar por la corriente, transcribiendo hechos en la vida por siempre, fluyendo en las aguas de la mente, perdido hasta los huesos, siendo azotado por sus reflejos, alocado escritor que ha volcado su alma en la tinta, y ha bebido al seco como vaso de absenta, trago de demonios, hadas, y de el poeta.  Mis escritos no son para entender, ni para un viaje emprender, no quiero sorprender, solo vacío mi alma en cada escrito, es un rito, algo que no omito, aquí me encuentro, martillando palabras, haciendo de este escrito un vomito.  Insisto, no vengas a entender, que vas a perder, mejor embriágate con lo que encuentras, aquí los conchos de vidas pasadas, obras no actuadas, arte que nunca se apreció, se hizo un incienso y este como humo se extendió, por la habitación, recorrió cada rincón, se robo hasta el ultimo espacio de aire, se llevo consigo el respiro. Preciado tesoro del cual todos somos testigos, pero que no valoramos, porque ha quedado en el olvido.


Hiena

 Hiena se encuentra en una habitación oscura, frente a un espejo de cuerpo entero, en la que se aprecia y sonríe.   Mente: ¿Cuantos rostros ...