jueves, 30 de agosto de 2018

La serpiente tuerta

La serpiente tuerta, efectivamente se despierta, fuerte aún y alerta, ante los peligros de una posible tormenta, tal es la dicha por las pruebas, que se acercan, el riesgo no le asusta, su sonrisa no cesa, se encuentra en su naturaleza.


Ni cicatriz, ni herida dejará que beba del cáliz, de la sangre que cause mi herida provocada al mas grande de mis enemigos, una mordida que dejara historia en el libro de los egos.


Ni la zorra ni la perra, logrará satisfacer la sed de guerra, una maldita lucha interna que acierra y doblega a la razón, yo no se si habla mi corazon, pero nunca le pedí apoyo de locución.


Hay seres embobados por la destrucción, influenciados por la televisión, adoctrinados por la religión, y desinformados por una supuesta educación, yo hoy caí en todas y mañana exijo la liberación, conseguir el pase ideal a tu sistema de audición.


Ni castillos ni favelas, la misión de un león es convertir al peón en rey, sin levantarse del sillón, bebiendo café y produciendo con imaginación, sabiendo que el horizonte es el infinito.

   
Un infinito que se ha abierto, que ha dejado un acierto, que te ah invitado a quedarte despierto, este es el manifiesto, de un próximo concierto, un acuerdo de almas, que bailan un lento, una complicidad, entre lanzada por el viento, te invito, si te invito, a leer a este sujeto.

Hiena

 Hiena se encuentra en una habitación oscura, frente a un espejo de cuerpo entero, en la que se aprecia y sonríe.   Mente: ¿Cuantos rostros ...